Jorafa: El historiador del pueblo

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José Rafael Flores (Jorafa) es un apasionado de la historia y la genealogía.

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Artículo secundario (B) - Edición No. 312 - Junio de 2014

Juan Antonio Céspedes Guzmán

Aunque el cantón de las brujas, de la gran Piedra Blanca y de la reina Zárate, ha parido buenos compositores de música como don Benjamín Herrera Angulo y don Marcos Arias Aguilar, excelentes folcloristas como don Alvar Macís Guerrero y el popularísimo Edgar Jiménez Gómez (Tula), tampoco se han quedado atrás los historiadores, quienes los hay y sobresalientes.

Mas en esta reseña me voy a referir a uno de ellos, a José Rafael Flores Alvarado, quien ha hecho de su profesión un apostolado, ratón incansable de las casas viejas de Escazú en busca siempre de fotografías de antaño y rebuscando nombres y apellidos de nuestros abuelos y bisabuelos, aparte de las consultas en el archivo histórico de la Arquidiócesis de San José y en los registros de la Casa Cural de la parroquia de San Miguel Arcángel.

Esta pasión lo ha llevado a crear y recomponer los árboles genealógicos de muchas de las familias más viejas de Escazú y que, al parecer todas, en la lejanía de uno, dos y hasta tres siglos atrás, han resultado guardar algún parentesco, según los estudios de Jorafa, seudónimo que él mismo se impuso.

Nació nuestro biografiado en el distrito de San Rafael de Escazú el 20 de abril de 1947, hijo de Juan Rafael Flores Saborío y de Flora Alvarado Vargas. Su abuelo, el famoso y gran prestamista de Escazú y lugares vecinos, llamado Miguel Flores Fernández, pero más conocido por Pacheco y quien prosperó hasta la magnificencia alquilando dinero para terminar sus días atropellado por una bicicleta en Heredia y fallecer poco después. ¡Tanto nadar para morir en la orilla!

Pero como don Miguel había dejado dicho que la propiedad que está al sureste de la plaza de San Rafael, calle de por medio, tenía que ser para la Iglesia, así lo hizo su señora esposa, Josefa Saborío Badilla, cumpliendo así la voluntad de su marido.

Y a José Rafael lo bautizó el padre Antonio Forn y lo confirmó Monseñor Sanabria en 1948. Hizo su primera comunión el 1° de enero de 1956. Cursó la primaria en la Escuela Yanuario Quesada y la secundaria en el Liceo Luis Dobles Segreda. En la Universidad de Costa Rica obtuvo el título de Bachiller en Historia y Geografía.

Está casado con Bernardita Gómez Alfaro y de su unión nacieron 3 hijos: Hannia, Jose Rafael y Andrés Felipe.

Su vida laboral transcurrió como auxiliar de contabilidad en el beneficio de café de Los Anonos, en el Instituto Nacional de Aprendizaje, en Adaptación Social, en la Clínica Moreno Cañas y, por último, en el desaparecido Banco Anglo Costarricense, de 1971 a 1994 y en la Junta Liquidadora del mismo, de 1994 a 1996.

Ahora está entregado con alma, vida y corazón, a la historia de Escazú y al estudio genealógico de las primeras familias de este lugar partiendo del siglo XVIII. Sus publicaciones han aparecido en medios como La República, el Eco Católico, La Prensa Libre, el Semanario Universidad, El Informador de Escazú y Escazú 2000.

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