15 de marzo de 2011

Sacerdotes escazuceños

Artículo principal - Edición Nº 299 - Marzo de 2011

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Pbro. Jorge Rivera Marín

El padre Rivera nació en Escazú el día 5 de marzo de 1957, hijo del hogar formado por don Jorge Rivera Jiménez y doña Teresa Marín Arias. De esa unión, tenía un hermano menor llamado Luis Carlos.

Realizó sus estudios primarios en la Escuela República de Venezuela y cursó la secundaria en el Liceo de Escazú.

Sus estudios sacerdotales los llevó a cabo en el Seminario Central, de 1975 a 1980. Un año después, el 5 de marzo de 1981, recibió la ordenación sacerdotal de manos de Monseñor Román Arrieta Villalobos, día en que celebraba su cumpleaños número veinticuatro.

En el año 1980 inició su labor pastoral como diácono en la Parroquia de San Ignacio de Acosta. Luego de ser ordenado, continuó como vicario cooperador de la misma iglesia.

En febrero de 1982 es nombrado coadjutor de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en Goicoechea, donde permaneció hasta junio de 1984.

En julio de 1984 ocupa el cargo de vicario cooperador de la Parroquia de San Bartolomé de Barva de Heredia, con responsabilidad exclusiva en la comunidad pastoral de San Pedro de Barva.

De octubre de 1986 a junio de 1988, es estudiante pontificio en el Instituto de San Anselmo, en Roma, donde obtiene su licenciatura en teología, con especialidad en liturgia.

El 15 de junio de 1985 es nombrado coadjutor de la Parroquia de Santa Marta en la Y Griega; siendo ascendido a vice párroco en 1989 y, finalmente, asume el cargo de cura párroco el 15 de enero de 1991.

El padre Rivera era una persona que irradiaba mucha alegría, buen consejero y sumamente sincero, que se se caracterizó por ser alumno y maestro a la vez, tanto para sus compañeros de estudio como para su profesor del Seminario.

Fue acogido en la paz del Señor el día 2 de mayo de 1993, a la edad de 36 años, tras sufrir un accidente automovilístico.





Pbro. Alcides Fernández Cabrera

El padre Alcides nació en Escazú el día 18 de junio de 1975. Era hijo del hogar formado por el periodista Leonel Fernández Flores y doña Marta Cabrera Sosa. Era el menor de tres hermanos, junto a Graciela y Leonel.

Durante su larga trayectoria de monaguillo, la cual inició a los 9 años de edad y finalizó poco antes de ingresar al Seminario el 20 de febrero de 1994, manifestó permanentemente sus deseos de convertirse algún día en sacerdote.

“Para servirle por completo a Dios y su Iglesia y entregarme a todos, ya que mi vocación sacerdotal significa hacer presente a Cristo en mi vida, y de esta manera darlo a los demás. Yo sin ser digno o merecedor de este regalo, Dios me hace digno y me da la gracia para servir”, expresó en una ocasión el joven religioso.

Realizó su educación primaria y secundaria en el Colegio La Salle. Su estudios sacerdotales los desarrolló en el Seminario Central, de 1994 a 2000, recibiendo la ordenación sacerdotal de parte de Monseñor Román Arrieta Villalobos el día 8 de diciembre de 2000.

Por su gran amistad con el entonces cura párroco, el padre Walter Howell Castro, siempre tuvo una estrecha relación con la Parroquia de Escazú, durante 10 años como monaguillo y entusiasta colaborador en las actividades de la Semana Santa, y luego de su ordenación celebrando misa los lunes a las 4 de la tarde, durante su día libre.

Su primer y único nombramiento como presbítero fue como vicario cooperador en la Parroquia de San Sebastián, en San José, en enero de 2001 y terminó el 6 de noviembre siguiente, como consecuencia de un accidente de tránsito.

Su carrera como sacerdote, aunque sumamente corta, le permitió realizar con plenitud, en esa feligresía, el sueño dorado de su vida, gracias al apoyo incondicional que siempre recibió de su cura párroco, el Pbro. Ignacio Gamboa Valverde.




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2 comentarios:

Li Briceño dijo...

Primero felicitarlos por tan buen y bonito espacio, entre los sacerdotes nacidos en Escazú está el padre Jafeth Jiménez Morales, hijo de Don Rafael Jiménez Aguilar y María Morales Azofeifa, el hijo menor de los 7 hijos que tuvieron, recuerdo que sus misas las daba en latín y tenía un vocerón que no necesitaba micrófono, murió ya hace muchos años atrás, fue sacerdote en Grecia. Sus restos descansan en el cementerio de Escazú. El pueblo de Grecia le hizo un busto en su memoria donde está enterrado su corazón, donó una casa para ancianos que lleva su nombre en esa ciudad.

También está el Padre Francisco Herrera Mora, su mamá se llamaba Doña María Mora.

De nuevo felicidades por este valioso Informador para todos nosotros los brujos dentro y fuera de nuestro amado pueblo. Lidiette Briceño Jiménez.

Mario dijo...

Hay que agregar a los siguientes:

Marco Aurelio, Oscar Cèspedes, Mario Montes,

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